Zapatero a su zapato

A pesar de mi corta edad -en comparación con algunos- he tenido una que otra experiencia en mi profesión como estadístico y me he encontrado con todo tipo de personas, personas que por tener “experiencia” laboral se creen la verga ´e Triana a los cuales llamo “sesudos” y a personas consciente que respetan la profesión de cada quien, y casualmente, a estos son los que uno le retribuye el respeto.

Entre algunas anécdotas, recuerdo cuando un piloto del avión militar F-16 -uno de los mejores en Venezuela- le comento a un tercero “una encuesta es facilita, eso se lo hace cualquiera…” este nos lo dice en una reunión y la asesora -estadístico- dice “bueno, ¿qué necesito para volar un F-16? Las llaves, entonces denme la llave de un F-16 que yo misma lo vuelo”.  

En este momento no quiero hablar de aquellos personajes que por vernos la cara de “muchacho” -así nos catalogan- y por no expresarnos de la manera más elegante, nos ignoran o de lo más descarado ofrecen soluciones gracias a nuestras opiniones.

Como diría Benjamín Rauseo una cosa es que nos vean cara de guebones y otra cosa es que esten seguro de que lo somos.

Cualquier oficio tiene su metodología, desde barrer hasta cualquier profesión con titulo, lo cual nos lleva a no obviar por lo menos esos procedimientos básicos para ejercer cualquier oficio y la estadística como profesión no se escapa de este corolario.

Gracias al presidente Hugo Rafael Chávez Frías la carrera estadística es la más cotizada actualmente en el mercado, en su gobierno se aprobó la Ley de la Función Pública de Estadística y él a cada rato expone cifras que a pesar de que el mismo llama que son “matemáticas” en el fondo son estadísticas lo que está mostrando, por ende han aparecido -sin ofender- politólogos, internacionalistas, trabajadores sociales, sociólogos, entre otros, queriendo hacer el trabajo de un estadístico.

Por equis o ye razón son 7 años y medio que tarda un estudiante promedio en graduarse y ser Licenciado en Ciencias Estadísticas en la Universidad Central de Venezuela y nos molesta que otra persona profesional o no, sea el que ejerza mi carrera así como si nada y no conforme con esto, se haga lo que él dice, porque sabes, él es el experto Juancito Trucupei, summa cum laude, 2 postgrados, con 10 años de experiencia y 3 licenciaturas, pero se les paso algo no es estadístico.

Así como respeto cualquier oficio, espero que los demás respeten el mío y si tú el que estas leyendo tienes algún cargo en donde amerites tener un estadístico, pues exige que sea un estadístico y no otro profesional o ¿es qué tú arreglarías tus zapatos con un herrero?, Zapatero a su zapato.

Palabras Acto de Grado 03-06-10 (Realidad de la UCV)

Esto fue parte de las palabras que exprese en mi Acto de Grado.

...En la vida innumerables personas nos imparten sus conocimientos, pero específicamente en la Universidad existen los profesores, los cuales son los encargados de impartirnos clases. Estos cometen errores iguales e incluso peores que nosotros. Existen múltiples ejemplos que dan fe de ello de los que mis compañeros, ahora colegas, y yo vivimos en carne propia: ejercicios en los que la probabilidad resultó negativa, gráficas de series de tiempo para reflejar varios indicadores de un mismísimo período, etc. Algunos profesores tienen el tupé de decirnos que mientras más hojas tenga un trabajo, más nota vas a obtener, otros piden asesoramiento de terceros profesores en plena clase lo cual es comparable cuando yo estoy en un parcial y le solicito "asesoramiento" al compañero de al lado...

...También tenemos profesores que en su vida de estudiantes porque por si no nos acordamos ellos también fueron estudiantes hicieron maromas con los horarios y estos son los mismos que apoyan unas normas en donde se estipula que si un estudiante deja de entrar el 25% a una materia pierde la materia por inasistencia porque eso es equivalente a perder el 25% del conocimiento de la asignatura ¡¡¡claro es algo obvio!!!, pero en cambio si hay muchos profesores que faltan a clases y no pierden su empleo. Otros nos obligaban a memorizar, literalmente, demostraciones que muy pocos por no decir nadie las entiende pero si no lo hacíamos estábamos reprobados, existen también aquellos que nos decían todas las cifras que colocan a Venezuela como lo peor de este mundo.

Aquí voy hacer un alto para decirles que yo humildemente, también conozco de información en donde la cosa no es tan cierta como nos la pintaron, hasta el año pasado Venezuela tuvo 22 trimestres, es decir 5 años y medio en crecimiento consecutivo en su PIB, cifra que no muchos países a nivel mundial pueden alardear y la cual fue dicha por el Gerente General de Estadísticas del Banco Central de Venezuela Profesor de nuestra escuela Lic. Luis Armando Rodríguez, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) declaró a la Misión Barrio Adentro como la Misión más exitosa conocida en el área, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) reconoce a Venezuela como uno de los países punteros que han adoptado estrategias atinadas para hacerle frente al problema del hambre en el mundo, entonces como dirá alguien por ahí como que no estamos tan feo pa´ la foto. 

Por último, aunque no por ello menos importante, tenemos al profesor que justifica su incapacidad y deja aflorar entre otras de sus virtudes el racismo, al referirse a los peladores (¡¡la gran mayoría de nosotros!!) como los estudiantes de clase baja y expresar: “pobrecitos” es que ellos hacen un gran esfuerzo pero no tienen éxito en sus estudios, porque no se han alimentado bien y por eso no tienen el intelecto tan desarrollado como los estudiantes de clase media. ¡¡Y resulta ser que el origen de clase del susodicho profesor es tanto o más humilde como el de nosotros!!.

En fin todas estas personas las cuales denominamos profesores son los encargados de evaluarnos. Yo me pregunto y creo que todos algunas vez nos hemos preguntado ¿Quién evalúa a los profesores? O es que nada más basta con la prueba que les hacen para ingresar a ser profesor de la Universidad. Creo que si ellos tienen el deber de evaluarnos porque nosotros no los podemos evaluar a ellos, si eso se hiciera más de uno saldría reprobado ¿no creen ustedes? es más apuesto que en estos momentos más de uno estará colocando en un listado a los profesores reprobados, yo ya tengo los míos.

Esto no se trata de crear confrontaciones entre estudiantes y profesores, más bien se debería ver como un avance al hecho de que los estudiantes ofrezcan críticas constructivas para mejorar esta Alma Mater que en definitiva es lo que todos deseamos.

Y por otro lado tenemos el método de evaluar que nos enseña muchas cosas pero creo que el principal aprendizaje que nos deja este método es a controlar el miedo o es que acaso más de uno no ha llegado a un parcial con problemas gastro intestinales, corazón acelerado, piernas temblando, etc. síntomas que con lo único puede ser comparado es con una gandola que va 120 Km/h y a punto de atropellarnos se nos para justo al frente de nuestra narices. Me pregunto yo, ¿Sera esto lo que se debería sentir cuando nos evalúan? o más bien deben crearnos esa chispa que nos motive a ir en esa búsqueda de adquirir conocimiento por alegría humana y no por obligación humana.

Como todo no es malo no podemos olvidar a profesores entregados de cuerpo, alma y corazón con esta casa de estudio, profesores que no se les olvida todos los sacrificios que hace un estudiante y entienden que nadie es perfecto y que el estudiante comete errores al igual que ellos lo han cometido, por eso entienden que nadie es más que nadie y que todos incluidos ellos mismos estamos en la búsqueda de conocimiento.

Ni hablar de las autoridades de nuestra Universidad que mientras algunos estudiantes se ganan 230 Bs. F. mensual por tener beca estudio, beca trabajo o beca deporte ellos tienen choferes, escoltas y se trasladan en automóviles nissan por cierto esta marca es la más cara del mercado.

Como no puedo dejar a un lado las estadísticas, nuestra Alma Mater alberga a menos de 60 mil estudiantes con más de un mil millones de bs débiles del presupuesto asignado para el 2010, mientras que la UDO por ejemplo alberga a más de 120 mil estudiantes (nótese que duplica a la ucv) con cerca de 600 millones de bs débiles de presupuesto (casi la mitad que se le ha otorgado a la UCV). ¿Entonces es esto justo? Y nuestras autoridades en vez de fomentar el aumento de ingreso estudiantil, aumentos de becas o cualquier otra opción que esté a favor de nuestra casa de estudio se preocupan más por el centro comercial que se piensa hacer al frente del mural Zapata en plaza Venezuela porque para hacerlo del conocimiento de todos se quiere construir un centro comercial ubicado en la autopista al frente del mural de Zapata, ese terreno le pertenece a la UCV y en vez de utilizarlo para crear nuevas escuelas o aumentar la matricula de las escuelas ya creadas, se lo alquilan a una empresa encargada de construir el centro comercial que si les cuento el proyecto del centro comercial se caerían para atrás, desde tiendas hasta un hotel se pensaba o se piensa hacer allí. Entonces es justo que nuestras autoridades elegidas cabe destacar elegidas de una forma muy “conveniente” en donde no todos los votantes tenemos el mismo peso de voto, en vez de preocuparse por problemas académicos, administrativos, deportivos, entre otros que nos están afectando a todos los que hacemos vida en la universidad se dedican es a marchar en contra de un gobierno. Esto no se trata de estar en contra o a favor de una ideología política, se trata de que la academia se está viniendo abajo, la sombra esta venciendo a la casa y no hacemos nada para iluminarla.

Pero licenciandos en ciencias estadísticas y licenciados en ciencias actuariales a pesar de todo esto nos graduamos, somos licenciados y tenemos que estar conscientes del poder que tenemos. Nuestros pensamientos deben y tienen que estar siempre relacionados con nuestra carrera todo el tiempo, porque si no llevamos nuestra profesión al día a día, a lo cotidiano entonces estudiamos sólo para obtener un título y a su vez una mejora laboral nada más y no porque nos fascine sinceramente nuestra profesión...

¿Venezuela será más de lo mismo?

(Esto lo escribí cerca del 1 de mayo, concierto de Calle13)

Cada vez que arriban a Venezuela la gente de la Calle 13 o como dicen ellos El Corillo, me acuerdo del encuentro que sostuvimos en esa discoteca de las Mercedes en Caracas, donde conocimos al Coco y al Niño de Goma percusionistas del grupo, al guitarrista Mark, al trompetista Israel (ya no forma parte del grupo), a la mano derecha de René y a su vez encargado de seguridad Brian y por último pero no menos importante al RAPERO –no cantante- René Pérez (Residente); todos estos personas muy humildes que te hacen recordar que a pesar de ser “famosos” son seres humanos de carne y hueso que ríen, lloran, van al baño y tienen sexo… entre otras cosas.

Existen personas que critican a este grupo y en especial a René Pérez por múltiples razones,  sus letras obscenas, su manera de vestir, su manera de hablar, de formar parte de ese mundo tan capitalista como lo son las disqueras, etc. y éste a muchas de esas críticas las ha respondido con sus canciones, -mis letras grosera son más educada que tu silencio-, -despójate de prendas, marcas etiquetas-, -no creo en los modales ni tampoco en diccionarios-, -mi disquera no es sony, mi disquera es la gente-, pero las personas y sobre todo los “periodistas” ni se dan a la tarea como mínimo de escuchar las canciones para por lo menos tratar de entenderlo y sobre todo los “periodistas” para por lo menos justificar su salario.

Él Residente se queja de muchas cosas, del mundo, de las injusticia, de las leyes pero más específicamente de periodista que priorizan el matrimonio de Visitante o que Residente dijo una “mala palabra” en televisión en vez de priorizar los temas sociales reflejados en sus canciones o por lo menos en su música que no solamente es reggaetón.

Me vienen a la mente preguntas interesantes para este grupo que deberían hacérseles, por ejemplo: ¿Cómo fue el trabajo con el venezolano que colaboró en la canción Voy pal Norte y que colocó en el inicio de la misma una parte de la leyenda venezolana El Silbón?, ¿Puede explicar porqué critica tanto a los gringos, siendo ciudadano estadounidense?, ¿Porqué si le “tira” tanto a las disqueras y a las trasnacionales trabaja para ellas?, ¿Si cantó con Totó La Momposina, Susana Baca y María Rita estarían dispuesto a cantar con los venezolanos Francisco Pacheco o Ivan Pérez Rossi?, ¿Porqué no han utilizado el cuatro venezolano como instrumento musical para una canción, si han utilizado tantos instrumentos tradicionales de Latinoamérica?, ¿Qué puede decir de qué sus entradas cuesten en promedio 500 Bs. F. mientras que la de Shakira 4.000 Bs.F.?, ¿Estaría dispuesto a que se distribuyeran a menor costo o gratuitamente el documental Sin Mapa, como por ejemplo en las Ferias del Libro Internacional de Venezuela?.

En fin yo no soy periodista pero estas serían preguntas muy interesantes para entablar una conversación con los medios hermanos y no esas preguntas vanas que desgraciadamente estamos acostumbrados a escuchar.

Conociéndolos, aunque poco, El Corillo desea conversaciones profundas lo cual no implica que se deje de un lado el humor y por ende espero que alguna persona no necesariamente periodista se las pregunte, para no decir que las entrevistas en Venezuela fueron más de lo mismo.

Yo también tengo a mis disociados Carola

Compartiendo con algunos personas me sorprendí cuando me dijeron que Carola Chávez escribe en Aporrea desde hace algún “tiempito”.

Pues, la intriga me carcomió, busqué los artículos de Carola en Aporrea y leí unos cuantos relacionados a su experiencia con la clase media, esa clase media que describe René Pérez como “… es la mezcla de todas clases sociales, la clase incómoda con ganas de ser cómoda, muy pobre pa’ ser rica, muy rica pa’ ser pobre” (documental Sin Mapa)

Yo siempre he sido un pata en el suelo, mi infancia “la disfruté” en un barrio en el oeste de Caracas y luego nos mudamos a los Valles del Tuy por la inseguridad, esto fue en el año 1992 -Sí, antes de Chávez también había inseguridad-, ahora no sé si por fortuna o desdicha estoy viviendo en una zona de la HI, JAI (o como quiera que se escriba) en el este de Caracas, como toda familia  joven, arrimados en la casa de una pareja de abuelitos.

Gracias a esta experiencia me enteré que la despensa debajo de las escaleras no solo existe en televisión, y que esas 2 Neveras DOBLE PUERTA y ese Congelador -más grande que la nevera de mi antiguo hogar- que esta hasta los teques teques, no son una fantasía creada por El Mago de la Cara de Vidrio.

Como mi esposa y yo somos chavistas, y a mucha honra, compramos en Mercal. Una vez alguien de la familia quería utilizar margarina y cuando observó que era de Mercal, se enervó y con autoridad preguntó si no había otra margarina que no fuera esa. En la noche de ese día nos enteramos de la situación y conociendo el personaje, era evidente que su comportamiento fue porque la margarina era de Mercal.

A estas personas específicamente son las que catalogo como disociados, porque ya el raciocinio se les va cada vez que bajan la palanca del inodoro.

Yo me imagino que este señor nunca come en la calle y él prepara su comida -no puede darse el lujo de que lo engañen- estrictamente con el mercado que él mismo hace ¡Si Luis!. Pero resulta ser que a éste disociado, le encantan las hallacas preparadas por mi suegra que es chavista hasta la médula y le jala mecate a ella misma para que arregle esas caraotas tan sabrosas que a todos nos gusta. A lo mejor “pensará” que mi suegra hace esas caraotas o esas hallacas con productos comprados en Excelsior Gamma, Makro, o como muy tierruo en un Central Madeirense o a lo mejor “relexionará” y dirá, que comer de vez en cuando productos de Mercal no hacen tanto daño.

En fin, espero que recapacite él al igual que muchos disociados sobre los logros obtenidos en y de este proceso y que por engullir alguna comida preparada con productos Mercal no se va a sentir menos hombre o menos mujer, tampoco su tono de piel puede variar y mucho menos su ideología va a tener algún cambio radical.